¿Y la literatura infantil?

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Por: Andrea Villanueva (Una chica común lee)

Ya casi se termina el año y diversos medios de comunicación, revistas literarias, blogs anuncian sus recuentos sobre lo publicado, leído y comprado durante el 2021 en nuestro país: Perú. Recuentos larguísimos en letra pequeña como la de los contratos, así como que no quieren que te enteres o puede ser, pienso, con esperanza,  que durante estos 2 años pandémicos no se ha parado de escribir, que a pesar de todo el sector editorial ha sobrevivido por ello las extensas listas de nombres apretados, uno tras otro.

Cuento, novela, ensayo, poesía, crónicas parece que hay de todo como en la viña del señor sin embargo porque este mundo es terriblemente adultocentrista,  se olvidan de la literatura infantil, ese pequeño  género creciente  que va entrando con fuerza en la mente de quienes son parte del ecosistema del libro para decirles que retroceder nunca rendirse jamás y eso no me gusta, me encanta porque uno de mis géneros literarios favoritos es el libro álbum, género aún incipiente por aquí pero ahí vamos por eso me permito  preguntar ¿Qué se ha publicado y vale la pena recordar durante en estos dos años en cuanto a literatura infantil durante el 2020 y 2021? Sí, será un recuento de 2 años y es que ¿Se ha considerado antes hablar de la producción literaria para la infancia? ¿Quienes han escrito para la infancia? Crear estos espacios de diálogo ayuda a visibilizar la labor y el talento de escritores, escritoras, artistas plásticos, editoriales porque que sea para niños no significa que sea algo menor, inferior.

Me gustaría comenzar diciendo que a veces hay más de lo mismo, esa insistencia necia de las grandes editoriales por meter en todo mercado a sus escritores de siempre como si escribir para la infancia fuera cosa de poner diminutivos por aquí, animalitos solidarios por allá por qué ¿Quiere alguien pensar en los niños? parece que ellos y ellas no pueden hacerlo por sí mismos. El boom de la literatura infantil ha sobrepoblado la librerías de cuentos tiernos, aventuras mágicas llenas de valores, así que se tiene que escarbar porque cantidad no es igual a calidad en ese sentido hay dos nombres femeninos que suenan fuerte: Micaela Chirif e Issa Watanabe y quiero comenzar por ellas, ya que tanto en el 2020 como en el 2021, mujeres ilustradoras, editoras y escritoras se abren paso.

Animales Peruanos de Micaela Chirif, publicado en el 2020 es un proyecto conjunto a Loreto Salinas que propone desde su lado informativo poder apreciar a más de 60 animales de nuestro país a través de datos interesantes y hermosas ilustraciones ¿No es importante que las infancias lean sobre ciencia también? Así también la poesía fue parte de la producción de Micaela, junto al ilustrador Juan Palomino en el poemario El Mar, texto que fue ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños donde la palabra surge para describir diversos escenarios marinos como también la historia de Raquel y el pescador. Me gustaría mencionar otros libros de Micaela como Cristina Juega del 2021 o Las ovejas (2020), libros álbum que sientan precedentes para el desarrollo de la literatura infantil peruana.

Por su parte Issa Watanabe publicó en el 2020, Migrantes, un libro silente, y es que las palabras sobran cuando las imágenes lo dicen todo, haciendo uso de animales antropomorfos que viajan, el libro nos deja muchas interrogantes, sensaciones y perspectivas entorno al tema de la migración.

Las personas tienen la necesidad de moverse, trasladarse y en Lucía tiene calle de Elianna Otta, tenemos una hermosa reflexión desde los ojos de una niña sobre la ciudad, sus nombres, colores, historias y cómo estás forman parte de nosotros así como nosotros formamos parte de ella.

Así también, la escritora Becky Urbina publicó Algo Azul, una historia sencilla pero llena de sensibilidad donde la relación de una niña y su madre nos muestran la realidad de lo difícil que es maternar después de una separación, el libro contiene ilustraciones hechas por Andrea Gago, ilustradora peruana y hablando de ella, este 2021 Andrea, lanzó El bolso de mamá, libro para pre lectores donde con humor, de forma anecdótica, los niños y niñas son introducidos al mundo de los números, contando ¿Qué hay en el bolso de mamá?

El cartoné es un material a prueba de dientes y babas, por ello quiero recordar ya que estamos hablando de los más mordidos, A tu lado (2021), libro del ilustrador arequipeño Motoneta, en las páginas resistentes del libro podemos encontrar la magia que posee la relación entre una madre y su hija, la estética del libro con colores fuertes y figuras redondas, nos ayudan a definir mejor dicho sentimiento.

Quiero parar aquí, porque es importante mencionar que Polifonía Editora, es una de las pocas editoriales que apuesta enteramente su labor por literatura infantil de calidad, lo menciono porque Motoneta, Micaela Chirif o Andrea Gago publican  a través de Polifonía.

La literatura infantil abarca muchos géneros e invita a disfrutar de la palabra como en Adivinación de José Respaldiza donde podemos descubrir lugares, animales, alimentos del Perú, usando adivinanzas rimadas porque la palabra nos ofrece un mundo de posibilidades.

Si hablamos de posibilidad y juego Érase dos veces de José Miguel Vazques, es el resultado de dicha conjunción. En palabras del autor ¿Qué es primero la ilustración o la historia? En este caso se invirtieron los papeles, así que el escritor tuvo que crear en base a las ilustraciones, esto le da la posibilidad al lector de contar más historias de las ofrecidas.

Para terminar, no todo es libro albúm o cuento, hubo espacio para la novela infantil con El viaje de Kuwui de José Arce Valdivia, novela corta que relata un viaje desde nuestros andes hasta la costa, muy al estilo del Bagrecico, donde el protagonista no solo va descubriendo paisajes sino a sí mismo.

Y así como se termina el año, se terminó este recuento, han sido 2 años pandémicos, pero no se ha dejado de leer, ni de escribir, ni de ilustrar y los títulos mencionados son la esperanza de que se pueden contar buenas historias para disfrutar una y otra vez, historias que ayuden a formar perspectivas personales y que no sean manuales de comportamiento o intentos de aleccionamiento hacia las infancias.

Eso es todo, leer es resistir.

Fuente: Entre Líneas Cultura

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