Voleibol: hoy se cumplen 32 años de la medalla de plata olímpica en Seúl 1988

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El voleibol peruano también sabe de momento memorables y hoy recuerda uno de esos cuando hace 32 años la selección peruana absoluta obtuvo la medalla de plata en los Juegos Olímpicos Seúl 1988 constituyendo una de las gestas máximas que abrazó el deporte del mate nacional en la historia.

El 29 de setiembre de 1988 el pueblo peruano amaneció con una alegría inmensa y es que el desvelo por madrugar valió la pena porque sus heroínas, las “matadoras”, en el otro lado del mundo, en Corea del Sur, lograban la hazaña de la medalla de plata.

Los nombres de Cecilia Tait, Gabriela Pérez del Solar, Gina Torrealva,Natalia Málaga, Rosa García, entre otras eran las más mencionadas y es que la afición peruana se encandiló con el juego plasmado por ese sexteto dirigido por el coreano Man Bok Park, basado en la velocidad, técnica y disciplina.

La andadura de las escuadra nacional, en el certamen olímpico, empezó el sexteto de Brasil, el clásico rival de Sudamérica con el que Perú se peleaba la hegemonía en esta disciplina. El equipo bicolor se impuso con un contundente 3-0 realizando un juego avasallador. El conjunto “inca” ya daba muestra que apuntaba a lo más alto.

En el segundo partido, Perú jugó uno de los encuentros más vibrantes de Juegos Olímpicos y lo hizo ante la poderosa China, que llegaba a ese certamen con los pergaminos de bicampeonas mundiales y campeón olímpico. Esos títulos no intimidaron a las peruanas, que en gran reacción se hicieron del partido 3-2. Cecilia Tait se erigía como una de las mejores del torneo.

El tercer obstáculo era Estados Unidos. Un equipo que contaba con jugadoras de gran tamaño, que superaba de manera significativa a las peruanas, quienes no contaban con una estatura elevada, pero eso los suplían con la velocidad y la técnica depurada que le había inyectado Mister Park.

La norteamericanas habían ganado los dos primeros sets, pero la selección peruana no bajaría los brazos y le darían vuelta al marcador y se impondrían por un 3-2, consiguiendo su pase a las semifinales.
Faltaba un escolló para ir a pelear por la cima y ese era el sexteto de Japón, una escuadra de similares características que las peruanas es por ello que el juego se tornó muy reñido, pero más pudo la potencia de las peruanas que estaban predestinadas triunfar y eso se reflejó en el resultado de 3-2.

Con este triunfo, Perú se hizo de un lugar en la gran final. Se convirtió en la primera selección sudamericana que instalaba en instancia para pelear por la medalla de oro en unos Juegos Olímpicos. Su rival iba ser la siempre complicada Unión Soviética.

Cerquita a la gloria
En la final, las peruanas eran favoritas para vencer al sexteto de la entonces Unión Soviética y así lo demostró en los primeros juegos. El primer set concluyó 15-10 a favor del equipo incaico y el segundo fue por 15-12.

Cuando todo parecía que la medalla de oro sería para las peruanas, el equipo soviético levantó su nivel y logró empatar el partido adjudicándose los dos sets siguientes.

El partido se definió en el quinto set o “rally point”. Perú ganaba 12-6 y estaba a solo tres puntos del oro. Sin embargo, y aunque nos pusimos 13-8, las soviéticas remontaron 17-15 y fueron campeonas olímpicas.

En Magdalena existe un monumento a la gesta de las peruanas.

Recibimiento multitudinario
A pesar del llanto incontrolable de las jugadoras como Gaby Pérez del Solar, Gina Torrealva y todo el plantel, las integrantes de la escuadra nacional fueron recibidas en el país como heroínas. El Estadio Nacional se colmó con los aficionados que aplaudieron la gesta de las “matadoras” .

En ese glorioso equipo destacaron Denisse Fajardo, Alejandra de la Guerra, Rosa García, Natalia Málaga, Cecilia Tait, Gina Torrealva, Katherine Horny, Cenaida Uribe, Sonia Heredia, Gabriela Pérez del Solar, Luisa Cervera y Miriam Gallardo.

Han pasado 32 años y el Perú no volvió a reeditar una actuación parecida. Todo lo contrario, en la actualidad, el voleibol peruano se encuentra sumergido en una crisis que lo ha llevado a descender posiciones en esta parte del continente.

De poco o casi nada sirvió convertirse en la primera selección de América Latina en ganar una medalla olímpica en vóley. Eso no ayudó para seguir por el camino triunfal.

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