El Congreso de la República, aprobó la propuesta de Ley N° 31756, que promueve la donación de órganos y tejidos humanos para trasplante con fines terapéuticos.
La ley fue aprobada con 101 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones. Ahora, todas las personas aceptan ser donantes de órganos tras su muerte, excepto si han manifestado en vida lo contrario.
En ese sentido la norma define como “donante cadavérico” a “toda persona capaz civilmente que haya fallecido y de la que se pueda extraer órganos o tejidos para su posterior trasplante con fines terapéuticos”.
Familia puede cambiar la voluntad del fallecido
El director general de Donaciones, Trasplantes y Banco de Sangre, Juan Antonio Almeyda Alcántara, señaló que también la familia del difunto puede cambiar su voluntad.
«Si la familia del difunto decide que no se donen los órganos, debemos respetar su decisión», señaló.
Actualmente en el país hay un promedio de 7000 personas que esperan la donación de un órgano, para salvar su vida.
